El día 22
de febrero de 2018, en las inmediaciones del estadio de San Mamés, en Bilbao, se produjo el triste fallecimiento del agente
de la Ertzaina, Inocencio Alonso García, durante el servicio que prestaba con ocasión de los disturbios ocurridos en
los momentos previos al inicio de un partido de fútbol.
Entre las circunstancias que se han barajado como posibles causantes de la muerte del policía se encuentra el estrés al que pudo estar sometido con motivo de su trabajo, unas circunstancias que la investigación correspondiente deberá determinar.
Entre las circunstancias que se han barajado como posibles causantes de la muerte del policía se encuentra el estrés al que pudo estar sometido con motivo de su trabajo, unas circunstancias que la investigación correspondiente deberá determinar.
Sea como fuere, lo cierto es que difícilmente
puede negarse la relevancia del estrés laboral en una ocupación como la
policial, de la que la Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo, editada
por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), señala que «resulta
evidente que el trabajo de los policías es estresante». Entre otros aspectos,
destaca respecto a las actuaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad que «las
situaciones susceptibles de degenerar en violencia son intrínsecamente
estresantes, y el estrés se agudiza significativamente si la escasa dotación de
personal complica la prestación de apoyo o si el policía afronta una sobrecarga
de trabajo notable».
Es uno de
los contenidos del artículo EL ESTRÉS POLICIAL que fue publicado por la
revista Seguridad y Salud en el Trabajo, editada por el Instituto Nacional de
Seguridad y Salud en el Trabajo de España, en su número 84, de octubre de 2015,
con motivo de la Semana Europea, que en aquella ocasión estuvo dedicada, precisamente, al estrés laboral.
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