Todo el año esperando a que llegue para desconectar, relajarnos y disfrutar de un merecido descanso, y resulta que en verano… ¿se incrementa nuestro estrés?
Pues, por sorprendente que nos parezca, esa fue la principal conclusión de una investigación llevada a cabo en el año 2018: el verano es la estación más estresante y angustiosa del año.
El estudio, desarrollado por un equipo de investigadores de la universidad polaca de Poznan, descubrió que en temporada estival los niveles de cortisol, la hormona del estrés, aumentan en nuestro organismo.
Tras tomar muestras de saliva a un grupo de estudiantes universitarios de la carrera de medicina cada dos horas, se descubrió que el cortisol está presente en mayor medida durante el verano, en contraposición a lo que sucede en los meses de invierno, una época más relajada y tranquila.
El estudio también requirió que los participantes cumplimentaran un cuestionario
sobre su estilo de vida, hábitos y actividad física.
ESTEREOTIPO EN ENTREDICHO
Presentada en la reunión anual de la Sociedad de Fisiología Americana que tuvo lugar en la ciudad de San Diego, esta investigación plantea hallazgos que contradicen la idea tradicional de que en invierno nuestra mayor carga laboral incrementa el estrés, una situación que se revierte al dejar el entorno laboral en verano.
Desconectar de forma efectiva de los problemas del trabajo, planificar con tranquilidad las vacaciones, evitar situaciones que incrementen la sensación de calor, hacer ejercicio, cuidar la alimentación y el sueño, y gestionar debidamente el aumento del tiempo de convivencia con nuestra pareja y los niños son consejos que pueden ayudarnos a reducir nuestro nivel estrés en verano.
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