🚨«Muchos de los profesionales 🚒🚑 🚓 que han participado en tareas de ayuda a las víctimas de grandes catástrofes, desastres o calamidades públicas (terremotos, inundaciones, grandes atentados terroristas, accidentes aéreos o ferroviarios…) mencionan la huella emocional que llegó a ocasionarles cuanto vivieron en aquel entorno.
Citan como especialmente traumáticas la visión de los cuerpos sin vida de bebes y de niños, el olor a cuerpos quemados, el sonido de los teléfonos móviles de las víctimas, la muerte de un damnificado tras un rescate prolongado, el fallecimiento de un compañero en las labores de salvamento… ⚰️
La intervención en este tipo de eventos es, en cualquier caso, una de las actividades que mayor impacto emocional puede producir en cualquier trabajador, y que está relacionada de forma directa con la comunidad y con el padecimiento de unos 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗻𝘀𝗼𝘀 𝗻𝗶𝘃𝗲𝗹𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗿𝗲́𝘀 𝘆 𝗮𝗻𝘀𝗶𝗲𝗱𝗮𝗱 ⚡.
Ya en la década de los años 70, algunos autores hablaban de «las víctimas ocultas de los desastres» 🚦 al referirse a los miembros de los cuerpos de respuesta que intervenían en este tipo de sucesos (fuerzas de seguridad, bomberos, personal médico…). Hoy no existen dudas sobre su condición de víctima, siendo tan sólo superados en tal consideración por las personas que han sufrido el impacto directo del evento catastrófico y por sus familiares y amigos.
Centrándonos en...» 🎯
📗El texto precedente es parte del capítulo «Relaciones con la comunidad, víctimas y testigos del desastre» de mi primer libro «MÁS ALLÁ DEL ESTRÉS». Más abajo, clicando sobre la imagen de los dos buceadores, se enlaza a dicha obra, para quien desee continuar con la lectura.
Hace tan solo unos días, un compañero Guardia Civil me hablaba del malestar que había comenzado a experimentar tras prestar su ayuda en la catástrofe de Valencia por la DANA. No es solo parte de un libro; es real. Como la vida misma. Su nombre: estrés postraumático 👥