Estornudos, tos, picor en los ojos, nariz congestionada… Como seguro has adivinado, son las señales propias de la alergia respiratoria, común cuando el polen y otros alérgenos se hallan presentes en cantidades suficientes en el ambiente.
Recién llegada la primavera, muchas personas deben hacer frente a lo que en más de una ocasión han calificado como una auténtica pesadilla: la alergia. Por fortuna, los estudios sobre esta
patología han avanzado de manera tan sorprendente como eficaz en las últimas
décadas, hasta el punto de que quienes la padecen pueden, salvo contadas
excepciones, tener una calidad de vida muy aceptable durante todo el año.
Recientemente, una nueva investigación ha
aportado información que parece indicar que el estrés y la alergia están relacionados, de forma que aliviar el
primero pudiera tener como efecto hacerlo, además, con el segundo.
El estudio, centrado en las reacciones
alérgicas nasales y publicado en el International
Journal of Molecular Sciences, a través de Science Daily, afirma haber descubierto nuevas conexiones
entre la hormona hipotalámica liberadora de corticotropina (propia de la respuesta hormonal al estrés) y
la proliferación de células cebadas o mastocitos (las células relacionadas con
la alergia, entre otras dolencias).
Mika Yamanaka Takaichi, del Departamento
de Dermatología de la Universidad de Osaka (Japón) y una de las autoras de la
investigación, señala que «En mi día a
día, me he encontrado cada vez con más pacientes con alergias que me comentan
que sus síntomas empeoran debido al estrés psicológico. Eso fue lo que
me llevó a investigar al respecto».
Yananaka, junto al profesor Daisuke Tsuruta, del mismo
departamento, experimentaron con la hipótesis de que, debido a que la hormona hipotalámica liberadora de
corticotropina (en inglés, CRH) induce
la liberación de moléculas de mastocitos en la piel humana, no solo el
estrés agrava las alergias nasales, sino que además es la propia CRH la
principal causante de dicha intensificación.
Con el objetivo de corroborar su
hipótesis, el equipo añadió CRH en un cultivo de pólipos nasales (crecimientos blandos y benignos en las fosas nasales),
comprobando cómo tal interacción activaba
la proliferación de mastocitos dentro de la mucosa nasal humana.
BUENAS NOTICIAS PARA LOS ALÉRGICOS
Además, tanto en los cultivos como en los ratones, el aumento de las células relacionadas con la alergia se detuvo y se mitigó tras aplicar un medicamento que actúa en contra del estrés, la antalarmina, una solución que vino a estrechar aún más la relación entre el estrés y el aumento de la alergia
«Hemos descubierto una solución terapéutica prometedora en candidatos como la antalarmina», sentenció Yamanaka». Y eso son muy buenas noticias para los pacientes.
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